

Nuestra filosofía
Trabajar con color natural no es simplemente producir un pigmento o teñir una superficie. Es abrir un espacio de escucha, de pausa, de atención al mundo material que nos rodea. Es preguntarnos: ¿de dónde viene el color que usamos? ¿Qué historias, territorios y memorias contiene?
En Pigmenta creemos que cada color es un archivo. Una memoria viva que puede ser activada desde la materia: una cáscara, una tierra, una hoja, una fruta, un hongo. El color no nace del artificio ni de la prisa: nace del encuentro entre tiempo, observación y oficio.
Nuestra propuesta es cruzar arte, ciencia y gesto cotidiano. Recolectar, hervir, moler, escribir, enseñar. Entendemos el trabajo con pigmentos y tintes como una forma de conocimiento situada: sensible, artesanal, ligada al territorio.
Cada taller, cada receta, cada publicación, es una invitación a volver al origen del color. No desde la nostalgia, sino desde la posibilidad de crear otro presente. Uno donde lo manual y lo experimental no sean opuestos, sino caminos que se potencian.
Elegimos trabajar con materias primas simples, muchas veces recolectadas tras la lluvia o en paseos cotidianos. Apostamos por procesos accesibles, sin maquinaria ni fórmulas cerradas. Creemos en el error como parte del aprendizaje, y en el juego como parte del estudio.
Pigmenta es una plataforma educativa, pero también una forma de vida. Una invitación a observar lo que hay a nuestro alrededor, a experimentar con cuidado y a reconectar con una forma de crear desde el respeto, la escucha y el asombro.